Menú Cerrar

Lo decía el político colombiano Jorge Eliecer Gaitán: Los discursos se respiran.

El aire es la materia prima para que se produzca el maravilloso don de la voz.

Administrarlo, dosificarlo es la clave para que el sistema fonador funcione correctamente.

Qué la voz no golpee bruscamente el micrófono, es una norma básica para que el oyente perciba con claridad y agrado nuestro mensaje.

Si se habla demasiado cerca del micrófono se produce el llamado efecto de proximidad: un audio saturado, con pocos matices y fastidioso para el oyente.